Proyecto: El Monstruo de Colores

La zona donde trabajo como maestra de Ed. Infantil desde hace más de 10 años, no es una zona fácil. Siempre he tenido niñ@s más «terremoto» que otros, o niñ@s más «tranquilos» que otros. Sin embargo, en los últimos años, no sé si por la famosa crisis, los cambios sociales, los problemas de trabajo acompañados por los de dinero, o la innegable situación de familias desestructuradas, el «panorama»  ha cambiado.

Mi preocupación y por tanto dificultad en desempeñar mi labor, es encontrarme con alumn@s con una gran impotencia para saber expresar sus sentimientos, al margen de si son tranquilos o no (que dicho sea de paso, ningún niñ@ es tranquilo, es un NIÑ@)

Teniendo en cuenta las características psico-evolutivas de los niñ@s a la edad en la que están en Ed.  Infantil,  no espero que gestionen sus emociones, diferencien a la perfección entre el bien y el mal, y conozcan sus sentimientos en todo momento. Yo hablo de niñ@s que no reciben el afecto, la atención, y la comunicación de su entorno más adulto, que merecen y deberían tener, y les está «pasando factura».

Esta carencias generan muchas dificultades en el aula, especialmente en la socializanción, en actividades de pequeños grupos, en la relación con la maestra, y en el comportamiento; en general, todo se concentra en una llamada de atención gigantesca.

Ésto si proviene de uno o dos alumn@s, lo puedes gestionar, pero si proviene de la mitad de la clase… te enfrentas a un problema que debes abordar.

Por eso me decidí a iniciar este Proyecto, a partir del Proyecto Anual: El Cuento del Mes. Cuando en el mes de Noviembre conté el cuento «El Monstruo de Colores» en su versión Pop – Up, mis chiqutines se quedaron «alucinados», les encantó,  y desde el primer momento ellos mismos establecieron un código de colores para expresar fácilmente el enfado, el miedo, la alegría, la tranquilidad, la tristeza, o el amor.

Así comenzamos una nueva etapa que marcaría un antes y un después en el grupo del aula.

Me dedicí a sacarle el máximo partido al cuento no tan solo hacer la actividad de la Biblioteca del Aula, y poco a poco surgieron las siguientes actividades…

1.Realización de un juego donde reproducimos los botes del Monstruo con botellas de plástico y tapas hechas con fieltro. Las acompañamos de un lote de etiquetas donde las imágenes transmitían diferentes sentimientos. El objetivo era clasificarlas en su correspondiente bote, a la vez que los propios alumn@s contaban alguna experiencia vivida que coincidía con la de la imagen.

2. Construcción de un Mapa Conceptual compuesto por papel de seda y etiquetas con los nombres de las Emociones trabajadas, escritos por los alumn@s en mayúsculas.

3. Dibujo libre con las pizarras donde los niñ@s dibujaban al protagonista de la historia.

 4. Taller de Marionetas, hechas con una plantilla que se adaptaba al envase de un envase del papel higiénico, añadiéndole lana amarilla para hacer nuestro Monstruo peludito 😉

5. Decoración del pasillo del ciclo con un muñeco tamaño natural, del personaje que estábamos trabajando, decorándolo con los hilos de lana de diferentes colores.

6. Composición de fichas para trabajo individual. Se presentaron a modo de propuestas, como resultado de un trabajo en pequeños grupos que se había desarrollado previamente basasdo  es

7. Visionado del cuento en formato vídeo; corto, pero original y entretenido.

 8. Y por último la composición del Cuento con los dibujos de las páginas que entre todos volvimos a contar, recordar, y representar, formando así, parte de nuestro tercer cuento de nuestro Proyecto Anual (El Cuento del Mes de Noviembre desarrollado en la entrada «Desenredando al Monstruo de Colores«, en ella encontraréis más información y enlace para trabjar este cuento tan especial).

Aquí os adjunto las fichas que elaboré para el trabajo individual.

Proyecto El Monstruo de Colores

Espero que os aporte ideas, y podáis ponerlo en práctica pronto, y en el caso de que ya lo hubiérais hecho, podéis aportar un comentario de cómo lo hicistéis vosotr@s… siempre es bueno que exista interacción, aunque sea de forma virtual 😉