Lágrimas de cocodrilo… «Rabietas vs Paciencia»

Si no has visto el vídeo…antes de seguir leyendo ¡por favor, échale un vistazo! no tiene desperdicio.

Como dicen en mi tierra «vamor a ver»… esta llamada de atención en toda regla,  ¿qué opinión te merece? De acuerdo que es un niño muy pequeño y que «las llamadas de atención» ó rabietas que más se comentan son de mal comportamiento, llanto incontrolado, malas contestaciones… peeeero éste es un claro ejemplo de que los niñ@s saben muuucho.

Este tipo de situaciones se presentan, en líneas generales, durante los primeros años de vida entre los 0 y los 5 años. Surgen por la dificultad de los pequeños de expresar sus emociones insatisfechas debido a que se encuentran en una etapa de exploración y conocimiento de su yo y de su entorno. Por eso, es tan importante controlar y manejar con autoridad y respeto estos episodios.

He atendido muchas tutorías donde las familias venían completamente agotadas y casi sin esperanza alguna, de poder resolver este tipo de cosas, escuchando frases como «no puedo con él», «al final se sale con la suya», «llego muy cansad@ de trabajar y no quiero líos»…un sin fin de justificaciones, MAL. Bajo mi opinión, este tema no es un mal menor, y es necesario abordarlo cuanto antes, de lo contrario le estaremos dando a entender al niñ@ que con este tipo de «técnicas» conseguirá focalizar nuestra atención, que es lo que realmente quiere, salirse con la suya para centralizar al adulto en él o en lo que él quiere conseguir, ni más ni menos.

Quizás en las aulas no lo vemos tanto, o mejor dicho se corta más pronto de lo que espera incluso, el propio alumn@, ya que lógicamente es un contexto donde somos muchos, y lo que no cortes de raíz a uno, los otros toman nota enseguida, y entonces, es cuando la clase se te va de las manos (no nos podemos permitir ese lujo en los tiempos que corren).

Por eso…tanto para profes como para papis, contestación a una pregunta muy popular…¿cómo ganar esta batalla «rabietas vs paciencia»?

• Calma, nunca pierdas la calma… difícil pero no imposible. Debemos tener total control de nuestras emociones, como adultos que somos, y en ningún momento perder los nervios….ánimo!, es una prueba dura, lo sé.
• Autoridad, pregúntate ¿quién manda aquí? Nunca podemos ceder a «las lágrimas de cocodrilo», por que de lo contrario,  estaremos dando a entender que con este tipo de comportamientos podrá conseguir lo que quiera (en párrafos anteriores ya lo comentábamos, sé que me repito más que el ajo, pero esta idea tiene que quedar clara).
• Educar en Respeto, es decir hacerle entender que hasta que no se calme no lo escucharás o lo atenderás, que con gritos, llantos, malas formas o comportamientos destructivos no habrá «negociación» alguna.
• Comunicación «limpia», me gusta llamarla así por que es un tipo de comunicación que se encuentra fuera de gritos o cualquier falta de respeto, y que busca el contacto con los ojos (en la mirada encontraréis el punto medio, y más con los niños). A la vez el tono debe ser firme, incluso invitando a un contacto físico que comience poniéndose a su altura. Será una buena invitación a que el niñ@ comience a entrar en razón.
• Peeeeero….si después de intentar conciliar no se obtiene algún resultado, es bueno dejar que el niñ@ se desahogue, eso sí, tras manifestarle que esa es una actitud que no es buena. Después podemos alejarnos un poco o seguir con la actividad/tarea que estuviéramos haciendo pero sin perderlo de vista.

Recomiendo sobretodo a los papis y mamis, la página web http://www.educapeques.com/ donde tienen un apartado llamado «Escuela de Padres» con artículos muy interesantes sobre éste y otros muchos temas que a las familias les pueden interesar.

A los compis, os dejo una circular para las familias como nota informativa por si queréis darla en una reunión o a alguna familia en concreto, que os pregunte o pida ayuda en este tema 😉

Material descargable, pincha y descarga: La Rabieta