Unos dicen que educar es cosa de los padres, otros dicen que educar es cosa de los profesores, y el resto … ¿qué dice? ¿hay punto medio? Yo digo… ¿no puede cada uno aceptar sus responsabilidades, y entre tod@s estar a la altura, y formar parte del entorno del niñ@ dando lo mejor de sí mismo?
Corren tiempos difíciles para expresar opinión sobre las opciones anteriores. Por un lado, pueden que te tachen de poco humana, si dices que como maestra a ti te toca sólo “enseñar” ( que no es poco). Y por otro lado, incluso te dejen caer que eres una “vaga” o poco competente por no abordar o más bien, no poder abordar, ciertas situaciones relacionadas con la “mala educación”, las cuales se traen de casa y últimamente se reproducen tantas veces, que los docentes caemos en el error de asumirlas, normalizarlas y convertirlas en otro objetivo curricular más a trabajar.
Pues No. Me niego a asumir funciones de psicóloga, trabajadora social, madre, amiga, tutora, niñera….y no sé cuantas más en las que nos vemos envueltos los maestros, que al final nos saturan, y nos alejan de nuestra verdadera responsabilidad.
Yo enseño, enseño todo aquello que está recogido en el Real Decreto por el que se establecen las enseñanzas mínimas en el 2º ciclo de Educación Infantil, y lo hago con una metodología constructivista para cerciorarme que todo aquello que enseño perdure en el tiempo, y sirva de base para los próximos cursos que aborden mis alumn@s, persiguiendo así un aprendizaje significativo con el cual se desenvuelvan favorablemente en todos los aspectos de su vida.
Me considero un complemento esencial de la vida de mis alumn@s, pero no el más importante. Y por supuesto, tengo muy en cuenta, que en el desarrollo diario de factores como mis habilidades en la comunicación, explicación, expresión verbal, resolución de problemas, gestos, actitud, o acercamiento con los padres, …entre otras, estaré «enseñando» ese «curriculum oculto», del cual se desprenden las «materias» referidas a la educación emocional, enseñanza en valores, civismo, ética, moralidad…, y todo aquello ímplicto en el trato entre las personas, en lo cual, por lo tanto, está involucrada TODA la sociedad. Pero señor@s, eso nunca se ha dejado de lado.. ¿o sí? pues ahí cada docente, cada persona con su conciencia. Creo que en esta profesión hay una gran premisa que es que «el profesor educa más por lo que es, que por lo que enseña», tomemos nota por la parte que nos toca.
Así defino yo mi responsabilidad. No es normal que tenga “enseñar” cosas que durante los primeros años de vida, los niñ@s, deberían haber captado, intuido, y aprendido en el seno familiar. ¿Por qué tengo que abordar estos “contenidos curriculares”?
- Interrupciones constantes al adulto, sin dejarlo hablar, ni en actividades de gran –grupo ni con otro profesor. (Impertinencia y constante llamada de atención)
- Ignorar una llamada de atención del profesor (Desobediencia descarada)
- No prestar atención de forma permanente inclusive plantando cara o “agrediendo” al maestro (Falta de respeto y de motivación por la escuela)
- Contestar con palabras “malsonantes” y hacer “lo que le da la gana” (Desautorizar al adulto).
- Molestar continuamente a los compañer@s con actitudes disruptivas (Mal comportamiento causado por una evidente escasez de normas).
- Mantener una dependencia total para cualquier rutina dentro del aula, ya sea, almuerzo, aseo, o vestuario (Sobreprotección que no favorece en absoluto a una correcta autonomía).
- Etc…
Hoy en día, las carencias “educativas” son bastantes, y si las multiplicamos por la ratio desbordada que nos encontramos en las aulas…”apaga y vámonos”. Comprendo que las familias de hoy en día, son muy diferentes a las de hace 40 años, ni para mejor ni para peor, simplemente es evidente que la sociedad ha cambiado,… roles, estereotipos, núcleo familiar, el ritmo de vida de las personas…y un sin fin de cosas más, no son iguales, lo sé.
Acepto también, que el perfil del docente también ha cambiado en… formación, metodología, recursos, e incluso en la infraestructura de los centros donde se trabaja,… algunos cambios por evolución de la enseñanza, bien por innovación bien por necesidad, y otros por un forzado cambio a golpe de decretazo que más que educativos son políticos.
Pero en todo esta vorágine, el elemento que No ha cambiado es la evolución natural del niñ@.
El niñ@ de ayer y de hoy, necesitaba, necesita y necesitará…
… una familia que le eduque en el respeto, en la tolerancia, en la socialización, en la autonomía, en valores,… envolviéndolo en un entorno socio-familiar sano, donde por supuesto, sus necesidades básicas estén cubiertas, pero sobretodo donde su madre y su padre sean el mayor ejemplo a seguir, el reflejo donde mirarse, su mejor “maestro”.
… y un maestr@, que gracias al previo, continuo y duro trabajo de los padres, comience un proceso de enseñanza-aprendizaje dirigido a desarrollar capacidades mediante el cumplimiento de objetivos, desarrollo de contenidos, realización de actividades, y flexibles evaluaciones, que contribuirán a la formación íntegral del niñ@.
Esto es ir “a medias”, tú educas y yo enseño, y si en el camino alguno se pierde, apoyémonos el uno en el otro. “Familia y Escuela siempre de la mano”.
Os adjunto un artículo de opinión del autor Javier Urra…
http://www.lne.es/sociedad-cultura/2010/11/25/javier-urra-jovenes-cristal-duros-fragiles/999182.HTML
También, os dejo este enlace donde se explica el papel de la familia y la escuela en una sociedad de cambios, como es la actual…
http://blog.smconectados.com/2012/11/14/el-papel-de-la-familia-y-la-escuela-en-la-educacion-actual/
Pingback: El bueno, el feo y el malo… ¿Qué “personaje” interpretas en la educación? - Educapeques
Pingback: El bueno, el feo y el malo… ¿cuál es tu “personaje” en la Educación? | El Alma de mi Aula